En varias ocasiones hemos celebrado el Día de la Mujer en Burkina Faso y podemos contaros que es toda fiesta. Muchas mujeres y niñas estrenan ropa, incluso se fabrican telas a propósito para la celebración. En todos lo barrios se sale a la calle y las vecinas se juntan para bailar y celebrar su día.
Este cariz festivo no significa que sea menos reivindicativo, las mujeres de Burkina Faso luchan de formas muy diversas por la igualdad. La más importante son las redes de apoyo entre mujeres que ellas han tejido desde siempre Un ejemplo son las famosas tontine, pequeñas cooperativas de crédito informales que permiten a las mujeres poner en marcha negocios o hacer frente a imprevistos. Tambien desde diferentes asociaciones se fomenta la escolarización de las niñas, la abolición de prácticas tan dañinas como la mutilación genital femenina o los matrimonios forzosos.
Aunque se han dado grandes pasos, es imprecindible que las asociaciones feministas, las activistas por los derechos de la mujer, entidades públicas y privadas, y gobiernos se vuelquen en crear conciencia sobre la violencia contra las mujeres que siguen padeciendo muchas mujeres en este continente y en reivindicar sus derechos fundamentales.
Nosotras nos sentimos unidas a ellas y desde Madrid les enviamos un abrazo sororo. Las fotos que estáis viendo en este post las tomamos en Bobo Dioulasso, durante una de estas fiesta de mujeres, en la que siempre ha sido la casa de nuestra familia Burkinabé.
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